En alguna ocasión afirmé que los resultados de las elecciones venideras se podían proyectar sobre la base de la combinación de al menos tres elementos, a saber: “líderes exitosos”, “plazas fuertes” y “territorios de incertidumbre”.
Lo “líderes exitosos” son aquellos que han demostrado buenos desempeños en gestión y suelen ser los favoritos de los ciudadanos a la hora de ser reelectos. No es un fenómeno ajeno a ninguna organización política, pues de la misma forma que el Presidente Morales fue reelegido en octubre pasado por considerarse un líder exitoso, Luís Revilla, Rubén Costas y Ernesto Suárez se perfilan como ganadores en sus respectivas regiones.
Este hecho muestra en el electorado una cierta racionalidad consistente en la ratificación de su confianza a quienes considera no lo han defraudado, de la misma manera que suele ser de castigo contra aquellos que, habiendo recibido la confianza del voto, incurren en la ineficiencia, la corrupción o la chacota, como es el caso de Becerra en Quillacollo y lo fue Castellanos en Cochabamba.
Menos común, pero igualmente posible, es la existencia de líderes que se muestran con posibilidades de éxito desde fuera de (y frente a) una gestión poco auspiciosa. Es el caso de Soledad Chapetón en El Alto y Oscar Toto Mercado en Quillacollo, a quienes el electorado reconoce potencialidades que podrían traducirse en gestiones positivas para sus municipios.
La cuestión de Percy Fernández es muy particular, puesto que a pesar de ser reconocido como líder exitoso (y aquí hablo exclusiva y únicamente de la gestión municipal), pareciera que Santa Cruz se está percatando de que votar por él equivaldría a entregar la Alcaldía a otros, debido a su avanzada edad y consecuente senectud. Es la razón por la que otras candidaturas están en franco crecimiento.
Las “plazas fuertes” determinan tendencias y se combinan con el criterio “líderes exitosos”. Así, aunque El Alto y La Paz son plazas fuertes del MAS, en el caso de la Alcaldía de la capital el éxito de Revilla es tan contundente que el factor “plaza fuerte” no tiene influencia suficiente para conseguir una victoria del partido azul, pero sí una importante presencia en el Concejo Municipal.
En El Alto, el liderazgo exitoso de Chapetón, por fuera de la gestión municipal, no le garantiza la victoria, pero ha sido suficiente para hacer equilibrio con el factor “plaza fuerte” del Movimiento al Socialismo. Por ello sus inusitadas posibilidades de victoria.
Donde las “plazas fuertes” no se enfrentan a “líderes exitosos” son las primeras el factor que determina el resultado, como es el caso de los municipios en que el MAS siempre gana y no se enfrenta contra candidatos sólidos. Ahí tiene la victoria segura.
Los territorios de incertidumbre son aquellos que no constituyen “plaza fuerte” ni tienen a “líderes exitosos” en competencia. Es el caso del Municipio de Cochabamba, en que podría suceder casi cualquier cosa, de no ser por un elemento particular: Aunque Lucio Gonzáles no entra en la categoría de “líderes exitosos”, se enfrenta a dos muy malos contendientes, lo cual lo sitúa en una posición más cercana a la meta. El pasado y los antecedentes personales de los contendientes de Lucio, y la evidente habilidad estratégica y estructura del MAS, van a traducirse en una victoria, probablemente apretada, pero victoria al fin.